jueves, 22 de octubre de 2009

Wire-less

Terza settimana ottobresca: La pioggia ci sommerge.

El otoño ha hecho acto de presencia, y vaya rostro más visible. Ha llegado la lluvia y lo ha mojado casi todo: las fiestas, la ropa tendida, la caída de Rodri, su vuelta a casa, y mi ordenador, que no quería ser menos y se ha dado un chapuzón de cuidado hasta acabar falleciendo por exceso de presupuesto.
La humedad se nota en las tibias y en los peronés, en los rectos y en los tuertos, pero seguimos siendo los reyes, a pesar de tener un reino más húmedo y pequeño, y algo menos cibernético.
Siempre nos quedará el jamón serrano de los viajeros errantes que entran y salen de los muros de la patria mía, jamón serrano que calma nuestros errantes, lluviosos y a pesar de todo felices corazoncitos.

domingo, 11 de octubre de 2009

Una manta para tres.

Notte del 11 ottobre: Malas patas.


Ya de mañana amenazaba la ley de un tal Murphy. Cayó un tormentón temprano y sordo que nos amenizó el despertar.
El día prometía círculos de artistas y artistas inaugurados en nuestro círculo, y, salvando algún que otro vaso roto, hasta cierta hora todo fue sobre ruedas, como de costumbre.
Pero tenía que pasar, ya lo decía la lluvia murphiana que rebrotó cuando por fin dejamos las copas caseras para andar al circolo en línea recta semiubriaca.
Ocurrió en el mismo portal de la domus statutaria, donde un coinquilino y otro amigo comenzaron a guasear hasta que, en una mala caída, el coinquilino vió las estrellas y su pie izquierdo fue a encontrar aparcamiento allá por Cuenca.
¿Resultado? Llamada de una servidora a los prestísimos equipos de urgencias romanos, espera interminable de un grupo de erasmus en el mismo rellano de su casa (cómodo, eso sí), llegada del coche ambulantino, negación de la entrada de un acompañante, salida hacia el hospital de los dos estudiantes de medicina más la traductora que firma estas líneas, chaparrón aún más fuerte, incesante búsqueda del taxi perdido con el rimmel y la ropa de sábado por la noche chorreando por las aceras, definitiva llegada a un Ospedale San Giovanni completamente desierto y de nuevo espera.
Gran situación de los aventurados mosqueteros... y de nuevo Murphy. Una manta, como si de una aparición se tratara, que tapó a tres empapados acompañantes, salvándolos de una bella pulmonía de otoño.
Una manta para tres, que cobija a los estudiantes que se rompan huesos y crismas durante la eras-mítica estancia.
Tres huesitos rotos y un posoperatorio en el horizonte.
Malas patas, malas calles mojadas, pero, al mal tiempo, ya se sabe, buena cara.
Por si acaso, mamás de niños erasmus, parece que sabemos cuidarnos, aunque Murphy desde lejos nos esté vigilando.

miércoles, 7 de octubre de 2009

La Biblioteca de Babel.

Settimana Terza: Inizio delle classi.

"La politica e l'arte dello possibile. Tutta la vita è politica".
Cesare Pavese

De nuevo, un universo di lettere.
Inicio caótico y borgiano de mis clases en La Sapienza, con la mitad aún sin desvelar pero con toda la ilusión. Un paio di ore entre nuevos compis, una gran cita de Pavese bajo el brazo y un millón de minutos por delante en esta ciudad de ruinas bellas y de bellas arruinadas. Me espera Petrarca, y Benedetto Croce, y Michelangelo, y Mastroianni.
Gracias Erasmus.
Gracias Pacus.

Mi biblioteca de Babel está compuesta por infinitos recuerdos que aún están por llegar.
Vivir para contarlos.

viernes, 2 de octubre de 2009

Allegra, e troppo.

Inizio di ottobre: Después de la tormenta, la alegría.


Rum rum...
de compras toda la tropa,
amigos hasta en la sopa.

No sé si es tarde de noche o temprano de mañana.
Un poco de visiteo.
Iglesitas y museos.

Rum rum...
desastre alla Sapienza,
solucionable... eso espero.

Un poco de Fellini en mi pared.
Un mucho de Marcello.
Qué vida, qué desastre, qué desierto.

Circolo degli artisti del disastro.
Coño, qué perfecto.

Rum rum...
rumbita romana.
Della città eterna... al cielo.